METAS PARA SER FELIZ EN EL TRABAJO
- Alejandro Ramos
- 13 jul 2016
- 3 Min. de lectura

Siempre se dice que depende del empleado ser feliz en el trabajo, de su actitud y otras personas dicen que no pueden ser feliz en el trabajo porque su empresa, su jefe, bla, bla, bla…..
Lo que está claro es que tanto la actitud del empleado como la compañía deben estar ligadas. Si el empleado tiene la predisposición, su esfuerzo, sus conocimientos, sus ganas, pero la compañía no valora, no cuida y no analiza, tanto uno como otro no serán felices.
La unión compañía-empleado es una relación que debe ser regada continuamente.
Para entender un poco más lo que digo, aquí establezco las metas que se debe llegar para ser feliz en el trabajo:
Establecer objetivos claros y reales.- Uno de los males mayores en las empresas. La exigencia continua, los objetivos altos inalcanzables provoca frustración y desidia. Establecer metas fácilmente alcanzables tampoco es productivo porque provoca vaguedad y desgana en mejorar. Los objetivos deben ser evaluados y puestos una vez se hayan estudiado bien y para cada persona de manera individual. Si la empresa debe cumplir un objetivo alto y no se puede alcanzar en un tiempo, más vale se alcance un poco más tarde pero que se haga y no que estimule el efecto contrario de nunca alcanzarse.
Optimizar el tiempo.- El dinero se recupera, los objetivos se pueden recuperar, pero lo que nunca se recupera es el tiempo: tiempo perdido es pérdida de dinero, de felicidad y conlleva a la frustración y estrés. Se debe evaluar perfectamente al comienzo del día lo que se llevará a cabo poniendo números en función de la prioridad o facilidad de ejecución.
Adelantarse a.- El empleado que se adelante y proponga ideas, puede esperar más que el que espera una vez ha terminado, ya que va a tener más posibilidades de hacer algo que le gusta en lugar de algo que se “le ha mandado a hacer”. Evidentemente no a todos los jefes les gusta la creación de ideas pero a las compañías sí.
Fuera aburrimiento.- Enfrascarse en una rutina diaria, origina una falta de interés y sobre todo de concentración en el trabjo. Siempre es bueno cada cierto tiempo, cambiar el proceso o hacer algo diferente.
Saber decir “hasta aquí”.- Hacer horas extras en los momentos necesarios siempre viene bien no sólo para la empresa sino para el empleado ya que ambos ganan en ese ejercicio, pero estar siempre hasta las tantas en el trabajo provoca estrés, fatiga laboral y problemas extralaborales. Hay que tener tiempo para todo y eso comienza con una buena planificación. No existe el “no tengo tiempo” sino el “no estoy planificado”.
Gente tóxica.- Es muy muy importante si queremos que la relación compañía-empleado funciones, eliminar del trabajo y si hace falta del puesto de trabajo aquellas personas que sólo miran los errores con la idea de “mejorar” pero que en realidad se dedican a hundir el trabajo de otro compañero o de la compañía. Origina un mal ambiente y tosco. Esto no quiere decir que no se pueda corregir, pero siempre evaluando si da ideas/soluciones o simplemente se dedica a criticar.
Valorar.- Imprescindible si queremos que la relación cuaje. Tanto de forma descendente como también ascendente. El humano necesita la valoración, sentirse querido y no hay nada más importante en un lugar donde pasas la mayor parte del tiempo que la valoración. La compañía debe evaluar el trabajo del empleado con las cosas negativas y por tanto a mejorar como las cosas positivas y por tanto a gratificar. El empleado, a su vez, deberá ayudar en las cosas a mejorar en la empresa aportando sus comentarios como también agradecer y valorar el esfuerzo que la compañía hace por él, que en estos tiempos, es mucho.
Por tanto, ya estamos en verano, muchas empresas exigen más esfuerzo a sus empleados por las bajas que suponen las maravillosas vacaciones para unos y fatídicas vacaciones para los que se quedan; no cuesta nada aprender estos puntos por ambas partes e intentar que la vida laboral sea mucho más llevadera y por qué no, crecer por el bien de todos.
Nos vemos!!
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